Contra la inteligencia
se puede discutir, contra la necedad sólo se puede pelear.
Por ejemplo, el Congreso
de Nuevo León se negó a legislar a favor del matrimonio igualitario con la
excusa de que "este país es tercer mundista". Me queda la duda de que
tan tercer mundistas somos. Obvio no tan tercermundista como otros países donde
la homosexualidad aún es un crimen, pero sí lo suficiente para que el Congreso
de Nuevo León pueda cómodamente quedarse con sus prejuicios. También, dicen,
estamos "en vías de desarrollo" pero por alguna razón este desarrollo
no puede incluir dejar atrás la discriminación a parejas del mismo sexo.
También están los
líderes religiosos que salen a decir que un comportamiento que aparece en
muchas especies de la naturaleza no es natural y los políticos que creen que sus creencias religiosas los excusan de discriminar minorías en un estado laico. Puntos extras a al menos 500 familias de Chihuahua que creen que los prejuicios de la mayoría le deberían poder quitar derechos a una minoría.
Es ridículo, pero para
no mostrarse tan ridículos como realmente lo son, toda esta gente ha tomado un
manto con un nombre incuestionable: "Pro-Familia". Sólo el más vil y
cruel villano de Disney podría declararse "anti-familia". ¿Qué no
todos tenemos familia? ¿Con un papá y una mamá casados entre ellos y sus hijos
biológicos?
La respuesta a la pregunta
anterior es, obviamente, no. Todos tenemos familia (la mía es de lo más
tradicional posible) pero no todos nos apegamos al modelo ideal que esta gente
defiende. Existen padres divorciados, separados, o que nunca se casaron. Padres
y madres solteras, viudos, viudas, y un sin fin de variantes más. Existen los
medios hermanos, los hermanos adoptivos, la gente que quieres como si fueran
familia aunque no haya ningún parentesco, y más.
El problema con la
etiqueta "pro-familia" que se adjudican estas personas y
organizaciones, es que da la errónea impresión de querer ayudar a las familias
que existen cuando en realidad lo que quieren es apoyar la idea de que sólo hay
una manera correcta de formar una familia.
Creer que sólo hay una
manera correcta de ser familia es de las ideas más nocivas que existen. Ayuda a
que niños y niñas miembros de estas familias se sientan que están haciendo algo
mal sólo por recibir amor, apoyo y sustento de una manera que no está
"bien" y le da bases a otros niños para burlarse de ellos. Ayuda a
que madres y padres solteros sean juzgadas de forma negativa y que crean
que necesitan de alguien más para poder dar el amor suficiente y
"correcto" a un hijo. Ayuda a que la adopción siga siendo vista como
algo inusual y no ideal. Ayuda a que parejas que no pueden tener hijos de forma
natural se sientan que valen menos. Básicamente, ayuda a discriminar familias,
que es lo menos pro-familia que puede haber.
"El matrimonio debe
ser entre hombre y mujer porque es una institución que existe para tener
hijos," dicen. Por eso sólo se le dan actas de matrimonio a parejas
heterosexuales fértiles que firman una carta al Estado prometiendo tener hijos
y se disuelve si pasa demasiado tiempo sin que la mujer de a luz un hijo
biológico de su esposo. ¿No, verdad? El matrimonio le da beneficios a la pareja
que se casa tengan o no hijos. Estos beneficios han estado fuera del alcance de
las parejas homosexuales por mucho tiempo, por eso buscamos tener acceso a ese
derecho.
"Un niño merece el
amor de un padre y una madre," es otro de los argumentos más usados por
gente "pro-familia". Otra idea que no puede ser debatida, pero sí
puede ser ampliada. Porque lo que un niño (y cualquier persona de cualquier
edad, si a esas vamos) necesita es amor. La situación idónea de un niño es
crecer rodeado de personas que lo amen y lo cuiden, y no ayuda a esto que
personas adultas le pongan condiciones arbitrarias a las personas que pueden
amar y cuidar a un niño.
"Pero hay que
proteger a los niños," dirán algunos, porque los niños imaginarios son la
última trinchera de los prejuicios. Pero para los niños reales que existen
dentro y fuera de los muchos modelos de familia, lo que realmente sería un
beneficio sería apoyar a su familia sin importar la estructura de la misma.
Aceptar y apoyar la
diversidad de familias en que los niños pueden crecer es parte de proteger a
los niños. Un niño que crece entre gente que lo cuida y quiere tiene menos
riesgo de ser abusado o maltratado. Puede que la familia "ideal"
(heterosexual y biológica) sea "mejor" para un niño (lo dudo, ya que hay
muchos factores que se deben tomar cuenta) pero eso no debería evitar que un
niño pueda crecer dentro de la mejor familia que pueda tener aunque esta no sea
la que la gente "pro-familia" considera "ideal".
Haciendo una
investigación para hablar de este tema en mi standup, descubrí el nada gracioso
hecho de que no sabemos cuántos niños huérfanos hay en México (pero son más
de millón y medio). Ayudar a estos niños no es defender una idea de familia,
sino apoyar una infraestructura que se asegure de su salud y cuidados. No estoy
hablando ni siquiera de adopción, sólo de la responsabilidad que el estado
debería tener ante estos niños y la hipocresía de los políticos que dicen preocuparse por estos niños sólo cuando se trata de legislar en contra del matrimonio igualitario.
"Estás empujando
una agenda gay," dirán unos últimos necios. Mi propósito es gozar de los
mismos beneficios y derechos que los otros ciudadanos de mi país así como
comparto sus responsabilidades. Si buscar la igualdad es una "agenda
gay" pues entonces sugiero acusar a la gente que nos opone de empujar una
"agenda discriminatoria".
El tema del matrimonio
igualitario es un tema sencillo: todos los ciudadanos deberíamos ser libres
para gozar de los beneficios del matrimonio con quien sea que queramos. Si las
dos personas que se quieren casar son mayores de edad, las creencias de un
tercero no deberían poder detenerlo. Lo realmente inmoral es querer usar la
moralidad prejuiciada de unos para quitarle derechos a otros. La familia, en
todas sus formas, seguirá siendo la base de la sociedad aún después de que las
parejas del mismo sexo que quieren casarse puedan hacerlo.
Por eso les pido que la
próxima vez que un una persona que sólo apoya un concepto único y limitado de
familia diga que es "pro-familia" se rían en su cara de la ridiculez
que está diciendo y la inviten a darse cuenta que su lucha por la familia ideal
no está ayudando a las familias que realmente existen.
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